El procesamiento industrial de las frutas y su conservación por congelación y/o pasteurización permite disponer de ellas a lo largo del año, superando así los problemas de estacionalidad, y evitando la pérdida por sobre maduración.
La pulpa es la parte comestible de las frutas; es decir, el producto obtenido de la separación de las partes comestibles carnosas de la fruta desechando la cáscara, semillas y bagazo mediante procesos tecnológicos adecuados. La pulpa entonces condensa los nutrientes, el sabor, color y aroma de la fruta de la que es extraida, y a partir de ella se obtiene un jugo 100% natural y realmente nutritivo, la base para un helado un postre, un complemento en una receta culinaria, una mermelada, entre otros productos.
Las pulpas de frutas tienen principalmente tres tipos de clientes posibles a saber:
Consumidores Finales:
Son amas de casa o personas que utilizan la pulpa de fruta en el hogar para la preparación de jugos, batidos, postres, helados, copteles, etc.
Clientes Institucionales (Food Service):
Son empresas que utilizan la pulpa como materia prima para preparación de bebidas, postres o cualquier receta que utilice fruta. Dentro de esta categoría encontramos restaurantes, hoteles, clubes sociales, bares, empresas de servicios de alimentación que a su vez atienden hospitales, colegios, universidades, etc.
Clientes Industriales:
Empresas que utilizan a nivel industrial las pulpas de fruta para fabricación de jugos, néctares, refrescos, helados, yogures, mermeladas, etc.